martes, 29 de mayo de 2012

Tardes de primavera en buena compañía.

Este mes de mayo se ha presentado muy bueno para rodar por las tardes, realizando rutas más o menos cortas sin alejarnos mucho de Logroño, y todas en buena y variada compañía:

Comenzamos el mes con la ruta clásica de "entreno endurero" saliendo de Logroño: El pico del águila. Lo mejor del día: volver a rodar con Fernando, que vuelve tras un parón obligado. Espero que pueda serguir dándole al pedal sin problemas.

Por el pico del Águila con Fernando y Óscar.
A mediados de mes me junto con el Garba para ir a San Tirso y ver su precioso hayedo recién brotado, me gustó tanto que no me pude resistir a poneros una crónica completa. Por cierto, allí estaba casi "estrenando" su nueva burra: una flamante Orbea Occam que le llegó caida del cielo, cómo podéis ver en su último video: "Sueños con una doble".

Con el Garba por el hayedo de San Tirso.
Tras varios intentos de organizar una ruta, una tarde de jueves resultó perfecta para quedar con Javi "Chebaca" y Javi "Pedales y Bastones", disfrutando de la primavera por las sendas de cerroyera.

Subiendo a Viguera entre sus peñas.
Subida dura pero con grandes vistas.
Luces de tarde.

Unas senditas de vacas para darle gracia a la subida.
Cumbreando camino de Cerroyera.

Javi haciendo cumbre entre gigantes metálicos.
Explorando una senda de bajada entre vistosas hayas.

Atardece junto al castillo de Viguera.
Tenéis todos los datos de esta ruta en los respectivos blogs de mis compañeros aquel día: Tracksrioja y Pedales y Bastones. Un placer vuestra compañía, volveremos a juntarnos para acabar el trabajo pendiente.

En el último tramo del mes, unos emails por otros temas acaban en un "martes endurero" con Vitin y Diego de los ORBTT. Ellos eligieron la ruta de entre mis recientes buscando la dificultad: Soto - Serrías - Agriones - Soto. Ruta exigente técnicamente, los dos demostraron un nivel bueno en esta lucha contra las piedras.

Subiendo por la senda a Serrias.
Dejando atrás la ermita y los muchos animales que allí pastaban: caballos, cabras, ovejas...
Tramo trialero en la bajada.
Surfeando entre las piedras.
Muy buena tarde pasamos, un placer conocer a esta pareja con los que espero volver a coincidir. Os recomiendo echarle un ojo a las fotos que ellos hicieron porque tienen muchas y muy vistosas: Sendas de Soto.

Ya llegando el final del mes el calor apretaba, así que una tarde calurosa era buena escusa para disfrutar con Óscar de los frondosos bosques del moncalvillo:

Saliendo del paso del bosquecillo.
Subida perfecta para evitar el calor.

Entrando al hayedo de la Hermedaña con luces de tarde.
Umbría y preciosa la bajada junto al arrollo Urrilla.
Sendereando por la regadera.
Todas han sido buenas y divertidas tardes de bici para aprovechar esta época primaveral, sin duda la más bonita del año en nuestros montes. La única "pega" que se le puede poner son los insectos que se multiplican en grandes cantidades...

Insecticidio en mi brazo tras la última ruta por el moncalvillo. Resultado: ni una picadura.
Muchas rutas, compañeros, sendas y naturaleza: buenas tardes de primavera en bici.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Verde eléctrico: El hayedo recién brotado.

En estas primeras semanas de mayo hay una cita obligada para todo amante de la naturaleza: visitar un hayedo con las hojas recién brotadas.



Para mi es un espectáculo ver el color de las hayas estos días, el verde es tan intenso que parece artificial, destacando sobre el resto de colores naturales. Para poder volver a verlo, una de estas tardes de mayo salí con el Garba para hacer una ruta "clásica" para mi: Meano - San Tirso - Nacedero - Kripan. El año pasado la hice también en esta época y me gustó tanto que quería repetir: San Tirso y la senda del Nacedero.

Salimos de Meano y subimos hacia San Tirso por pistas, dónde en los tramos abiertos podemos ver sobresalir entre la cresta montañosa el bonete que marca nuestro objetivo.


La pista al entrar en el hayedo se hace dura, y se convierte en una senda con un tramo muy duro que nos hizo darlo todo.


Al pasar a la cara norte la senda se hace más llevadera y el hayedo más umbrío, pero el conjunto resulta igualmente bonito.


La senda se va empinando y haciendo más dificil, y las hayas se alternan con otra vegetación, pero seguimos encontrando verdes hojas a nuestro paso.


Voy notando mi mejoría física de esta primavera a medida que la senda se endurece y complica, siendo la primera vez que subo muchos tramos montado, y en especial la "z" ya cerca del final.


En la cima no hay quien pare con un viento frío helador, así que una foto rápida de la llanada alavesa y a abrigarse.
 

Bajamos rápidos disfrutando de esta preciosa senda, bonita y divertida en cualquier época y a cualquier hora...


Volvemos sobre nuestros pasos hasta regresar a la cara sur, y por una sendita llana vamos atravesando este espectáculo verde (vuelvo a repetir la foto porque me parece que no os importará)



Desde casi el final del hayedo cogemos una senda muuuy empinada por la que bajaremos al Nacedero.


Las zonas de fuerte pendiente están salpicadas con algunos escalones formados por las raices de las hayas, y son un buen reto para probar nuestros nervios y temple a la hora de afrontarlos...


La bajada una vez llegados al Nacedero la continuamos por la calzada romana hasta kripan, muy divertida y rápida, con escalones para cogerle gusto a saltar. El track y más info lo podéis ver aquí: San Tirso y la Senda del Nacedero II.


Nos vemos.

lunes, 21 de mayo de 2012

Kedada Endurera "Zona Zero" en Ainsa: Viaje al Inframundo

Este fin de semana pasado Óscar y yo nos acercamos a Ainsa (Huesca) para participar en la III Kedada Endurera de Ainsa, organizada por los ciclistas locales que han promovido el centro BTT "Zona Zero" en este precioso pueblo enclavado entre las montañas más altas del pirineo.


Vamos a empezar por el principio: La kedada de Ainsa consiste en un fin de semana completo dónde el plato fuerte es la ruta del sábado. Esta ruta cada grupo de bikers la elige entre las propuestas por el centro BTT, permitiendo esto que cada uno decida según su nivel físico, técnico y también según lo que ya pueda conocer. Las rutas son en general muy técnicas y por eso se consideran de "enduro", para que os hagáis una idea, lo que allí se llama "rojo - dificil", yo aquí lo llamaría "muy dificil", y esto es debido a que para el ciclista experimentado realmente la dificultad no es tan alta. Esto ya lo conocía de nuestra visita del año pasado a esta zona, y es también un aliciente para ir allí a probarnos.


El viernes era el día de recepción de participantes en el castillo de Ainsa, con un poco de picoteo y vino, y además algunos chalaos salieron de ruta nocturna. Aquí ya pudimos ver a algunos conocidos cómo a Javito Camarero y a Lorenzo y Emilio de Algairén, un placer volver a verlos, no será la última seguro.

El sábado por la mañana hay desayuno por parte de la organización aunque nosotros le metimos más calorías antes para no quedarnos cortos.... vamos subiendo hacia la plaza de este precioso pueblo y ya encontramos ambiente biker.


Unos 200 ciclistas y sus burras de todos los colores se amontonan por la plaza empedrada, desayunando y charlando mientras esperamos la salida.


Para organizar hasta 15 rutas distintas, nos juntan según el número de ruta y nos ponen un guía local para llevar el rebaño. Nosotros escogemos "Viaje al Inframundo" pensando en su versión variante (algo más corta). Esta ruta nos venía muy bien porque Óscar que anda más flojo podría acortarla siguiendo la ruta "Pais de Lobos". Esta para mi es una de las grandes ventajas de esta Kedada, cada uno elige ruta y puede variarla según su estado y ganas, todo un acierto.

Salimos un grupo de unos 20 tíos juntos y comenzamos la ruta, saliendo de Ainsa por un camino cómodo dónde rodamos relajados. La ruta de verdad empieza a partir del impronunciable pueblo de Margudgued, desde dónde entramos en el barranco del río Sieste, y aquí empieza ya el MTB con mayúsculas, rodando por el curso de río durante un tramo muy vistoso y divertido...

Foto de Juan Blanch. Gracias por la foto y los consejos.
Foto de Óscar.
El día es caluroso para ser mayo, y el remojón para empezar no nos importó a ninguno... porque además a partir de aquí comienza una senda en subida con algunos descansos y pequeños descensos, siempre técnicamente de dificultad media o alta, aunque en general ciclable sin problemas y divertida.


El único paso que recuerdo realmente complicado fue uno sobre las margas vistas y que casi todos pasamos por precaución desmontados un trozo corto... al acabar me doy media vuelta y aparece la peña montañesa.


De esta senda salimos a una pista algo rota por la que ascendemos dirección al pueblo abandonado de Morcat. La subida es llevadera pero el calor hace que te agobies un poco...


Llegamos hasta el pueblo de Morcat y la parada es obligatoria, aquí estamos reunidos todos los que hacemos Inframundo y Pais de Lobos que hasta aquí hemos venido juntos. Las vistas espectaculares a pesar del la calima.


Yo ya me preocupo de hidratarme bien y de comer algo, y Óscar aunque hace lo mismo se ve muy agobiado por el calor y la subida, así que decide acortar y quedarse con el grupo de Pais de Lobos. Yo estoy animado y continuo por el Inframundo...


De Morcat, seguimos subiendo primero por senda y luego por un camino roto dirección al pico Crapamonte (1300 m). En esta subida las vistas son bastante buenas y el terreno más de montaña.

Juan Blanch y nuestro guía Oriol subiendo al Crapamonte.

Para llegar a la cima, el camino sube fuerte y roto, y aunque yo lo intento y casi consigo hacerlo todo montado, sucumbí casi en el final del tramo más duro. Nuestro guía Oriol (atención a su espectacular blog: Boltranger MTB) está fuerte y si que pasó todo montado...


El camino no llega al pico, pero subimos un tramo campo a través para alcanzarlo y descansar con unas espectaculares vistas del pirineo, guara, el valle... (lástima la mala luz)


Tras volver a comer y beber todo lo posible, continuamos la ruta, ahora con una bajada que comienza por pista pero que pronto se desvía para meterse en una senda que ladea con buenas vistas.


Primero ladea sin casi desnivel, pero luego comienza una bajada de alta dificultad que nos pone a prueba con escalones y piedras de todos los tamaños.


La bajada continúa y alterna algún tramo de camino con más sendas hasta cruzar un río y salir a la fuente de la que nace el río Ara, donde volvemos a parar a reagruparnos y a hidratarnos. El calor es realmente fuerte y hay gente que está empezando a sentirse mal por ello, yo voy bien pero me preocupo constantemente de hidratarme y remojarme por completo.


Continuamos en bajada y ya con algún tramo llano llegamos al pueblo de La Ripa, posiblemente el pueblo habitado más aislado de la zona, la capital del "Inframundo".


Nueva parada y reagupamiento, y es que nuesto guía va totalmente pendiente de que no se pierda nadie. Esto es un lujo porque evita tener que andar pendiente de señales o del GPS, permitiendo disfrutar más de la ruta, los compañeros y el entorno.


De La Ripa salimos en subida por una senda que nos lleva al pueblo abandonado de Lecina, dura subida al principio, nos dejamos llevar en su tramo final más llevadero, pero siempre con algún tramo técnico. De nuevo bajada dificil hacia Gabardilla, con su escalones, curvas cerradas, etc... todo lo que nos gusta!


Desde las inmediaciones de gabardilla nos epesera una larga subida por pistas y carretera, en la que primero circulamos por un camino que va remontado el curso del río Ena, cruzándolo varias veces sin problema, y circulando sin mucho esfuerzo por este barranco de paredes grisaceas.


Al salir a una carretera, la seguimos hasta encontrar el desvio a Buil, y aquí ya la carretera si que se hace cuesta arriba, con fuerte calor pero con buenas vistas según asciendes.


Algunos están justos de fuerza por el calor sobre todo, pero yo voy muy bastante bien. Llego justo de agua a la fuente siguiente dónde todos nos remojamos y bebémos con ganas, pero una vez repuesto de líquidos todo va bien. Dejamos atrás el vistoso pueblo de Buil y continuamos por sendas, al principio en sube baja con vistas al pueblo al fondo.


Llegamos a un collado que los locales llaman "el mirador del Sarrastaño", y es cierto que las vistas son espectaculares:

Nuestro guía Oriol disfruta de las vistas desde el Sarrastaño.
Y aquí la orden es clara: protecciones, sillín abajo, y a rodar!


Tremenda bajada con grandes escalones, cerradas zetas y terreno suelto de margas que nos ponene a prueba en varios pasos complicados dónde cada uno pasa lo que puede. Muy divertido y un buen reto, disfruté algún tramo de bajada detrás de Oriol y es impresionante verlo bajar el poco rato que me mantenía cerca, su nivel es bastante superior al mío y bajaba a una velocidad endiablada por sendas que algunos no son capaces de bajar de ninguna forma...

Oriol nos dio una lección de pilotaje. Un placer verlo rodar.
Tras este bajadón, llegamos a una pequeña aldea, Serrato, desde dónde pondremos dirección a Guaso, úlitma subida (y bajada) del día.


Esta parte a más de uno se le hace torturosa por ir ya en las últimas, pero yo voy muy bien y me permito hacer la última subida siguiendo el ritmo a Oriol... mientras puedo, porque este tío también está muy fuerte y no le puedo mantener el ritmo. Así, unos mejor que otros, el grupo se planta en el pueblo de Guaso asomados a su balcón.


Aquí denuevo parada y órden de ponerse protecciones, cada uno las que lleve, desde el que no lleva más que el obligatorio casco, hasta el que baja con peto de descenso. La protección es necesaria para poder darle fuerte a la bajada e intentar los pasos complicados. Este a mi se me resistió pero el colega argentino lo supo dominar...


Otro bajadón tremendo que ya voy a denominar "estilo Ainsa" por su cantidad de pedruscos, escalones de piedra y difucltad alta. Buen final de ruta, que terminamos llegando relajados y charlando a Ainsa sobre las 6 de la tarde.


Ha sido una gran ruta, totalmente calificable como endurera de dificultad Alta en un día de primavera que parecía verano por la temperatura de más de 30ºC. Un placer haber compartido la ruta con madrileños, catalanes, maños, Ainsetanos y hasta un argentino, el ambiente fue siempre buenísimo y nuestro guía nos llevó como buen pastor siempre por la senda buena.

Tras el rutón, una buena ducha y nos vamos al polideportivo dónde estaba montado el cuartel general de la kedada. Pasamos el resto de tarde charlando con los conocidos y conociendo nuevas caras, y también nuevas bicis de ruedas mucho más gordas (aun): las "sandman". Invento que aunque parece raro, debe de ser bastante bueno para el enduro, yo la probé por el polideportivo y las sensaciones son muy buenas, muy cómoda y no lastra tanto como parece. Allí estaba Martín "el argentino", quien las usa en todas sus rutas, y no son rutas cualquiera...

El día acabó con una cena de hermandad con todos los participantes juntos, con sorteo de regalos y charleta entretenida, perfecto final de una ruta entre colegas.



El domingo amanecimos cansados, pero había que aprovechar a darle al pedal otro poco, esta vez ya sin horarios ni organización ninguna. Aun así, salimos sobre las 10 de la mañana y vemos mucho ambiente biker, todos quieren repetir y nosotros aconsejados por Lorenzo vamos a hacer la ruta 4: Miradores de Ainsa y Morillo, pero su versión variante. Salimos y desde el mismo pueblo de Ainsa tomamos una pista que sube fuerte. Pronto la cosa se convierte en un sube-baja de sendas muy divertidas, las cuales hacemos Óscar y yo acompañados por otro par de bikers con las mismas intenciones...


Tras un rato de sendas duras, especialmente las subidas, con tramos realmente para ponerse a prueba, llegamos a la zona de cerro cotón, espectacular mirador sobre el valle de Ainsa y el embalse de Mediano.


Por la cresta discurre una senda preciosa y muy divertida que nos lleva junto a un "acantilado" de casi 200 m sobre el embalse. Aquí nos encontramos a Lorenzo y Emilio, que andan haciendo fotos y disfrutando de la senda. Este Lorenzo sabe lo que hace y este es el resultado de sus preciosos encuadres:

Foto de Lorenzo.
Foto de Lorenzo.
Estando aquí arriba disfrutando del sendero y las vistas se pone a chispear, así que continuamos la ruta rápidos y bajamos por una senda bastante buena aunque cortina, llegando al pueblo rehabilitado de Morillo de Tou, muy bonito. Aquí parada a repostar mientras vemos caer una tormentilla sobre nuestras burras aparcadas mientras nos refugiamos en un bar.

La ruta continuaría, pero con lo que ha llovido y las piernas ya cargadas, decidimos regresar por la carretera a Ainsa para estar pronto en el hostal, ducharnos y volver a casa (tras la correspondiente comida y siestita, por supuesto).



Gran fin de semana de bici, gracias a los organizadores por todo su trabajo y ganas para sacar esto adelante. Este centro BTT (y las rutas de gpspirineo, de los mismos autores) son un paraiso para los amantes de la MTB con mayúsculas. Muchas gracias, nos veremos en la próxima.