lunes, 26 de noviembre de 2012

Puertos de Kripan

Este sábado volvemos a tener mala suerte relativa con la meteo, pero nada que impida pasar un buen rato por la sierra, en este caso, por la sierra de cantabria:


Ante el fuerte viento y la niebla reinante, decidimos hacer una ruta corta pero muy intensa que nos lleve por los puertos de Kripan. Comenzamos cogiendo la antigua calzada romana que nos subirá hacia la sierra, primero por terreno abierto...


Y luego por los bosques variados de esta cara sur de la sierra:

Foto de Diego.
Sin casi descanso, subimos por distintos tipos de caminos, y llegado a un cruce señalizado tomamos dirección al puerto de Kripan o puerto nuevo.


Este tramo antes de coronar es una senda algo cerrada que en poco rato nos lleva al puerto, perfectamente excavado en la roca.

Puerto de Kripan, foto de Diego.
Desde aquí nos espera una bajada de dificultad media que por estar algo cerrada no se disfruta como pudiera, aunque tiene su gracia...



Encontramos un cruce bajando y nos vamos por la senda que nos juntará con la subida a San Tirso desde Bernedo. Nos espera una durísima subida que se hace muy difícil con la humedad del terreno...


En la parte alta el camino se hace senda estrecha y sigue poniéndonos a prueba, siendo recomendable patear algún tramo para no quemar el pulsómetro...


Empalmamos ya cerca de la cresta con el camino que viene de Meano - Kripan, y continuamos hacia San Tirso con más tramos para dejarse todo...

Foto de Diego.
En el bonete la niebla nos quita las vistas, pero protegidos del viento cayó el almuerzo.


Ya sólo queda bajar, empalmando tres tramos de bajada muy distintos pero también muy divertidos: Primero por la senda de San Tirso, ratonera y rápida a la vez, hasta llegar a la zona del hayedo.


Por el puerto del palo pasamos a la vertiente sur, pero no dejamos el hayedo, y tras un tramo de pedaleo suave afrontamos la senda del nacedero...


Con las hojas recién caídas y mucha humedad, esta senda se convierte en una prueba de deslizamiento dónde frenar es imposible.

Surcando el hayedo, en todos los sentidos. Foto de Diego.
La cosa empieza complicada, pero le vamos cogiendo el truco y llegamos a los escalones con confianza, sobre todo Óscar que fue el que mejor dominó la situación, en este y en los sucesivos...


Pero Diego tras una primera duda razonable (ya que no conocía la senda), también los bajó con dos... ruedas.

Fácil, ¿no?

La verdad es que la cosa estaba complicada, pero a la vez fue muy divertido. La senda se hace más sencilla al perder pendiente y "jabalinea" entre el boj y las hayas hasta salir a una pista que nos lleva al nacedero, desde dónde tras un tramo de pista cogemos la misma senda por la que habíamos subido al empezar para terminar esta gran bajada.


Una pequeña gran ruta de poco más de 12 km, eso sí, intensos dónde las haya.

Track. Dificultad Alta. Duración: 2:30 - 3:00 horas. Mejor en primavera, verano y otoño con poca humedad.


domingo, 25 de noviembre de 2012

XXV Semana de divulgación de los deportes de montaña

La sociedad de montaña Iregua organiza una charlas sobre deportes de montaña los próximos días con interesantes temas y proyecciones, tenéis más info en su web: http://www.smiregua.es/?p=319

La bici también  puede ser deporte de montaña.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Sendas por El Mallo: La Muela y el Piojo

Para este sábado nos decidimos por perfeccionar una ruta que ya habíamos realizado parecida, pero que pudimos mejorar hasta dejar una ruta totalmente optimizada entre Leza y Trevijano.

Por las praderas sobre Trevijano. Foto de Óscar.
Salimos desde la curva muerta de la carretera del Leza, justo a la altura del monasterio de San Prudencio, y tras remontar por carretera unos kilómetros cogemos la pista que sube al Mallo.

Día nublado pero de temperatura muy agradable.

Subimos tranquilos pero pronto se va cogiendo altura y bonitas vistas, aunque lo que nos sorprende es ver la clase de rebaños tan extraños que pastorean por aquí...


Queda claro, pista sólo para bicis:

El Laturce y su cruz al fondo ¿la ves?.
Llegando arriba, por supuesto vamos a coger la senda del Mallo y no seguir por la pista. Aquí empieza la verdadera ruta, vamos a ir empalmando sendas ya casi hasta acabar.

Restos de Otoño en el vallecito que cruzamos. Foto de Óscar.
Cada vez me gusta más esta senda, si vas un poco protegido contra las zarzas se disfruta de muchos tramos bonitos y divertidos en subida.

Foto de Óscar.
Llegamos a la senda de La Muela y la cogemos con ganas, bajando muy rápidos por su terreno variado pero dónde al menos quise hacer una foto para admirar las buenísimas vistas, con el robledal en pleno apogeo otoñal.


Salimos a la carretera de Trevijano junto a su ermita del Cristo, dónde paramos a descansar y comer algo con bonitas vistas. Queda la segunda parte de la ruta, volver al inicio, y lo haremos pasando por el pueblo y subiendo por su antiguo camino de Clavijo...

Foto de Óscar.
Tras un inicio difícilmente ciclable, el camino se va moderando y va dejando atrás el pueblo, llevándonos a unos praderíos dónde destacan las ruinas de la ermita del Cúpulo, de la que por sus privilegiadas vistas se decía que servía de "enlace de comunicaciones" entre las ermitas de Serrías y de Legarda (en Mendavia nada menos), que eran hermanas pero que no se podían ver entre sí, por lo que lo hacían a través de esta.

Desde luego, se ven muchos cosas desde aquí arriba. Foto de Óscar.
La subida desde aquí la hacemos entre los bancales que forman las praderas, ya que el camino de Clavijo propiamente dicho está perdido. Se sube despacio pero se deja subir prácticamente todo montado.

Foto de Óscar.
Paisaje idílico el de estas praderas con sus caballos pastando, la ermita citada y el pueblo al fondo.


Llegamos a la parte alta de las praderas tras un buen calentón, y desde aquí seguiremos por la loma hasta llegar a la zona pedregosa, dónde cogeremos una senda de vacas que nos bajará sin problemas hasta volver a retomar el antiguo camino de Clavijo.


Hemos perdido algo de desnivel pero desde aquí cogemos una senda con piedras pero que permite rodar.

Foto de Óscar.
Pronto salimos al camino que lleva a Zorralamuela, muy cerca de la cima de hoy, dónde terminamos nuestra ascensión.


Nos preparamos para bajar... y a darle caña.



Seguimos el trazado habitual de la senda del Piojo, pero tras el cortafuegos del pinar, nos desviamos a la izquierda para seguir nuestra versión "negra" de la senda, que tras un tramo de bajada hacia el barranco divertido y lento, nos obliga a seguir una senda en subida para retomar de nuevo la cresta habitual.


Seguimos bajando disfrutando de esta senda de dificultad media que permite correr por este terreno yesífero  que tan desolado parece.


Antes de terminar la senda, dejamos el rastro más marcado para seguir hacia la cresta y tirarnos por una senda motera que tras un tramo de mucha pendiente, va ladeando entre unos bonitos arbustos que ahora están muy amarillos y nos ha tapizado el suelo...


Y acaba con un tramo muy divertido de rodar, un auténtico "sacacorchos" que rodea una peña desde la que pude ver bajar perfectamente a Diego.


Nos queda un tramo muy corto de empujar la bici para salir del barranco y en un momento estamos en el inicio. Una ruta que deja muy buen sabor de boca en sus sólo 20 km, pero que con más del 50% por sendas se convierte en una ruta perfecta para una mañana.

Track. Dificultad técnica Media - Alta. Duración: 3:30 - 4:00 h. Ciclabilidad casi total, sólo hay puntos concretos que son muy difíciles de superar en subida. Mejor en Primavera, Otoño e Invierno, puede haber problemas de barro, aunque sólo si llueve mucho o muy reciente.

viernes, 9 de noviembre de 2012

El Canal del Cinca

Aprovechando los días festivos del puente nos acercamos Óscar y yo a Ainsa para aprovechar a hacer las últimas rutas pirenaicas del año.

Por la senda del Canal del Cinca.
Elegimos hacer la ruta del canal del cinca 4x1, tal y como viene descrita en la web del centro Btt de Ainsa: Canal del Cinca 4x1. A través del foro contactamos con otro grupito que se acercó desde Alicante y se animaron a compartir esta ruta.


Comenzamos la ruta saliendo desde el valle de pineta, con una temperatura de 0 ºC y ganas de calentar, así que subimos rápidos por la pista. Tras un tramo algo helador, cogemos temperatura y ya más relajados llegamos al la borda Musilié, a los pies del pico Montinier.


Desde aquí afrontamos la primera bajada del día, una senda que comienza muy técnica con algunos pasos muy buenos para ponerse a prueba, y otros más sencillos para dejarse llevar.


Esta senda se junta con la senda del canal del cinca, la estrella de esta ruta. Consiste en una senda "llana" que sigue el trazado del canal y se utiliza para su mantenimiento.


El tramo central es el más espectacular por discurrir muy aéreo, aunque sin peligro (exceptuando algún punto que se pasa andando). Disfrutamos de varios tramos de postal.

Foto de Óscar.
La senda tiene incluso algunos pequeños túneles para avanzar entre la escarpada ladera, los cuales son muy bonitos de rodar. En uno de estos túneles paramos a la solana a comer un poco y comentar la jugada.


Hay zonas espectaculares de ciclar y lo haremos durante varias horas, muy lentamente.



La senda parece llana, pero no lo es, es rompepiernas a tramos y muy lenta, pero también muy bonita, más estos días con los colores otoñales en su explendor.


Llegamos a un cruce de caminos dónde podríamos bajar ya al valle, seguir hacia Tella o subir hacia el dolmen y allí es a dónde nos dirigimos.


Parada obligatoria y desde aquí tenemos una bajada larga y algo técnica, pirineos "estail", con piedras, zetas, escalones y esas cosas... aquí los alicantinos nos sacan ventanja bajando muy rápidos acostumbrados al Descenso (pero en zetas cerradas Óscar y yo teníamos mejor aprendida la lección).


Llevamos muchas horas de senderos y parecía que ya sólo quedaba bajar, pero al llegar a Estaronillo y coger la última senda del día, nos toca empujar la bici por una estrecha y selvática senda, "la tira de bies".



Lo malo fue que entre que la senda está algo sucia de vegetación, la humedad del terreno, la poca fuerza que nos quedaba y lo duro de estos últimos kilómetros, esta parte se nos hizo eterna, continuos tramos de subidas duras alternados con bajadas cortas y muchos pasos de barrancos hicieron de estos últimos kilómetros una agonía.


Finalmente llegamos a Hospital de Tella, punto final de nuestro trayecto. Esta última senda nos sobró totalmente, muy dura para el final de una ruta ya bastante larga, pero no quita que hayamos disfrutado de un impresionante rutón de senderos pirenaicos. Un placer haberlo sufrido y compartido con los amigos alicantinos, espero que volvamos a vernos sobre una bici ¿Quizá en la próxima kedada endurera de Ainsa? Esperemos estar allí.