sábado, 23 de marzo de 2013

Arnedillo: Probando el DH y otras sendas divertidas

Llevaba gran parte del invierno pensando en volver a Arnedillo, y tras otra mañana de divertido MTB sigo pensando que merece mucho la pena.

Collado que nos da acceso a la gran bajada "DownHill" de Arnedillo.
La idea la tenía casi clara desde hacía tiempo, el plato fuerte sería la senda del "DH", sendero antiguo que llevaba a los Arnedillanos a las cumbres de sierra la Hez, ahora preparada por los aficionados al Descenso de la zona como "circuito".

Curvas peraltadas que permiten tumbar más de lo habitual. Foto de Óscar.
Esta senda yo ya la conocía de hace un par de años, cuando descubrí la zona con Fran en una ruta de la que guardo muy buen recuerdo y buenas fotos: Los Contrastes de La Rioja

Por entonces la senda estaba sin "tunear", y ahora resulta algo más fácil en algunos sitios gracias a los peraltes, trazadas alternativas y demás; pero sigue siendo una senda muy divertida con bastante nivel y hasta saltos para los habituados a ello (quedan pendientes para cuando seamos "mayores" ;)

Óscar posando para la cámara, en realidad estaba parado :P
Para llegar a esta senda, se sube por una aburrida carretera de una cantera, donde lo más interesante son las vistas a la sierra y a la aldea abandonada de Antoñanzas.


La cantera aparece poco antes de cumbrear...

Foto de Óscar.

Día gris y fresco, pero a mi la manga corta no me la quita nadie si no está nevando (para subir, eh! que tampoco es que sea de Bilbao ;)

Foto de Óscar.

Menos de una hora y estamos haciendo cumbre con unas vistas muy buenas a Peñalmonte y sus amenazantes nubes.


Pronto cogemos la senda, pero hay que parar a preparar la bajada, y hacer alguna pequeña chapucilla de emergencia, que mejor que en un corral a sotavento.


Y de aquí ya salimos con ganas de piedras!


La bajada la hacemos a saco entre paradas, disfrutando de una senda que combina zonas rápidas, lentas, piedra suelta, escalones, peraltes, saltos... y vistas:


Un lujo de bajada, con las modificaciones ha perdido el aire "salvaje" y "natural", aunque sigue manteniendo tramos trialeros. Yo no soy partidario de modificar las sendas tradicionales y habituales de senderistas de forma tan acusada, sobre todo por el riesgo que lleva de que se moleste a los senderistas. Espero que no se abuse y que no tenga más importancia, tenemos que recordar todos que los senderistas tienen preferencia y que el monte es de todos.

Final de la bajada llegando a Arnedillo.

Después de este bajadón, tenemos ganas de más, así que vamos a buscar otra senda desconocida a ver que tal, para llegar a ella subiremos por los mismos caminos que en nuestra anterior visita a la zona.


La subida comienza por pista pero tras la ermita se transforma en una dura senda que ya recordábamos y que nos hizo desmontar un tramo, pero en cuanto podemos volvemos a cabalgar!

Arre, arre, caaaaballito!!!! Foto de Óscar.
En poco rato hemos cogido una buena altura, y se nos presenta una buena bajada denuevo hasta el mismo pueblo.


Cogemos nuestra bajada en un collado muy marcado y cae por el barranco sin miramientos:


La senda tiene diferentes trazadas y algunas roderas que hay que esquivar, pero no es muy complicada así que bajamos más bien rápidos.

Foto de Óscar.

Vamos pasando algunos toboganes y otros tramos más suaves y Arnedillo se va acercando...


La parte final es sencilla y nos deja junto al río, y como todavía tenemos tiempo y ganas, nos vamos a por el postre, la senda del sagrado corazón, esta que ya conocimos en la visita anterior y que sin duda merece la pena repetir.


La subida es dura por el pinar, y cuando estás casi arriba te deja vistas al barranco que acabábamos de bajar. Parada bajo el cristo y....


...a bajar!


Preciosa bajadita con buena dificultad en algunos tramos llenos de escalones, curvas cerradas y piedras, perfecta para acabar una ruta de senderos!


Pero en Arnedillo las rutas no acaban sobre la bici, acaban en el agua!

¡¡Oooohhhh!! Esto es vida.
Track. Dificultad Alta. Duración: alrededor de 3 horas. Sin casi barro, se puede hacer en cualquier época, pero para mi es ideal en otoño y primavera.


jueves, 14 de marzo de 2013

Y llegó el deshielo: Barrancos de Soto

Después del hielo enseguida viene el deshielo, no podíamos dejarlo escapar:

Cascada en el barranco de Trevijano.
Como ya ha contado Diego, el monte recupera el "Agua de Vida", y nosotros las ganas de salir.


El día comienza gris y frío, pero sabíamos que el sol se dejaría notar. Desde Soto subimos por la carretera a Luezas, suave subida para que Diego que venía de una lesión no fuerce antes de tiempo. Cerca de Luezas nos sorprende una "meta volante" en la que como buenos ciclistas esprintamos a tope, mirar como se retuercen estos dos sobre sus bicis en el momento de llegada ;)

La foto finish declara a Diego ganador de esta rural meta volante! XD
¿Que pinta eso ahí? No lo sé, pero para reírse un rato está genial! Además ya lo que queda es bastante suave y en un momento estás viendo Luezas al otro lado del barranco:


Parada a almorzar a la solana junto a la iglesia, o lo que queda de ella.



Para coger la antigua senda que unía Luezas con su "capital" Soto, nos subimos al cerro junto al pueblo y topabajo...


Culo atrás!

Fotaza de Óscar, el maquinón es de Diego ;)
Cogemos ya la senda y bajamos muy rápidos, te permite correr y aquí nadie se quiere quedar atrás!


La senda es muy noble, se nota que era una seda tradicional muy bien hecha, todavía se conservan tramos con escalones de piedra bien puestos, pero en general abundan las piedras sueltas en el duro y seco terreno.

Foto de Óscar.
Hacía un par de años que no bajaba por aquí pero espero no tardar tanto en volver, muy divertida, la dificultad la pones con la velocidad que te atrevas a coger. Pero aunque larguita, se acaba, y lo que va después es recuperar altura a base de rampones muy duros hasta llegar a un collado salvador.


Aunque la idea original era tirarnos por "Valdecaldes", al ver el monte con tanta agua, nos dimos cuenta de que era una oportunidad para ver el habitualmente seco barranco de Trevijano lleno de vida, así que tocaba buscar el pueblo.


Para no "tirar desnivel" bajando por la pista, (tirar desnivel es un concepto que sólo algunos chalaos entendemos), nos desviamos para hacer los toboganes iniciales de valdecaldes y luego unas sendas de vacas que nos llevan bordeando el barranco. Y aquí comprobamos como hemos acertado con el cambio, merece la pena ver este arrollo así:



Pasamos por el único tramo de barro del día, y casuamente coincide con la pista que nos lleva a Trevijano, las sendas siempre son mejor opción! Para la próxima nos apuntamos una senda que hemos visto desde arriba, y hoy ya nos centramos en la gran bajada que tenemos por delante.

Todo el barranco por delante. Foto de Óscar.
Y conforme nos acercamos al cauce, podemos ir viendo como el agua va saltando los escalones de roca...



...igual que nosotros vamos fluyendo a buen ritmo por entre las piedras y escalones que abundan en esta senda:


El barranco parece que se hace cada vez más "fuerte"...

Foto de Diego.

Y nosotros caemos cada vez más hacia él, hasta cruzarlo en un paso que siempre habíamos querido hacer salpicando mucha agua:


La parada aquí es obligatoria, y no sólo porque un desprendimiento en la senda nos hacía imposible pasar montados (y casi tampoco a pie), el motivo de la parada es la preciosa cascada que salta justo desde el cruce de la senda.


Mientras yo me recreaba en las fotos, tengo que agradecer a Diego y Óscar que estuvieron quitando las piedras que habían obstruido el camino y dejándolo al menos apto para pasar a pie sin peligro. La pena es que ese muro antiguo que se ha caído nadie lo va a reparar como sería necesario para evitar que se siga hundiendo, lo que hará que ese tramo de senda difícilmente se pueda recuperar. Podéis ver el muro desprendido al fondo de esta foto:

Desprendimiento de un muro de protección de la senda. Foto de Óscar.
Mucha veces me sorprende ver lo que van aguantando este tipo de sendas que ya nadie mantiene desde hace muchos años, pero con el tiempo si que ves cómo se van deteriorando, una pena

La senda continúa sin perder dificultad y diversión hasta el mismo pueblo de Soto, gran final para otra corta pero muy buena ruta.


Track. Duración: 2:30 - 3:00 h. Dificultad Media. Mejor en invierno y primavera. Muy poco barro.


lunes, 4 de marzo de 2013

¿Quien dice que no le gusta el invierno?

Por esto me gustan las olas de frío, las de verdad... creo que no hay que decir más:









Ya van tres años que en cuanto hay condiciones, me acerco a verlo, (en entradas antiguas del blog tenéis más info de dónde es, como llegar, cuando se forma, etc... 1º vez, ) pero este día ha sido el más impresionante, por la cantidad de agua de la cascada y la cantidad de hielo. Merece la pena, es un paseo fácil y corto desde la cantera de Viguera, pero sólo se puede ver unos pocos días al año ¡estad atentos para la próxima!

El médico me recomedó hielo para el dolor de muelas XD