viernes, 25 de abril de 2014

Queenstown Bike Festival Parte II: Coronet Peak Enduro

Después de una semana de actos deportivos y lúdicos, el viernes santo le tocaba el turno a la carrera de Enduro "Coronet Peak", que se desarrollaría en la estación de esquí y montaña del mismo nombre que es a su vez uno de los sitios favoritos de los locales para senderear.

Senderos de Coronet Peak, con el valle y sus lagos de telón de fondo.
Para nuestro pesar la meteorología no estaba de nuestra parte y tras varios días lluviosos el día se presentaba muy frío y nuboso, había llegado a nevar el día anterior en la zona de cima, así que podéis haceros idea de las temperaturas que tenemos este día a pesar de estar con el otoño recién empezado. Con este panorama mucha gente se quedó en casa pero más de 60 valientes acudimos a cita y estabamos incribiéndonos a las 9 de la mañana.


El plan de carrera inicial era subir a la cima por la misma senda que luego tendríamos que bajar cronometrados, lo que suponía que en la cima habría que esperar a que todo el mundo llegase y luego a que te toque salir, algo que con viento, lluvia y una temperatura cercana a 0 grados no parecía una buena idea. Por suerte tenían un plan B que nos consultaron a los corredores y aceptamos por mayoría, básicamente era subir por la pista de acceso de vehículos y así se podía ir bajando sin esperar tanto.


Sonaba bien lo de subir por la pista, pero cuando empezamos a hacerlo vimos por qué los locales no lo suelen hacer: pendientes muy fuertes combinadas con barro pegajoso y resbaladizo...


Nos tocó empujar más de la mitad del tiempo, unos 45 minutos de sufrimiento colectivo hasta llegar al pico. Ahora tocaba esperar un rato para hacer la primera bajada, nos pusimos ropa y comenzamos a bajar sin dejar mucho tiempo entre corredores, todos queríamos salir cuanto antes!


La primera especial empieza en una senda empinada y técnica que con el barro resbaladizo de hoy se hizo muy lenta, hay que coger el punto al barro y dejar deslizar la bici. Luego tendremos que enlazar mediante una subida durísima con otra senda mucho más sencilla y rápida dónde los peraltes perfectos y los tramos de pedaleo son la tónica general.


Seguimos con terreno arcilloso que resbalaba lo suyo, pero en esta senda era mucho más controlable por la pendiente moderada. Lo que no puedo es seguir con las gafas puestas, entre el agua de la fina lluvia y el barro que salpica no veo nada, decido parar en mitad de la especial y quitármelas, pérdida de tiempo tonta pero hoy tengo claro que no voy a forzar, esta el terreno muy delicado. Aun así hubo muchas caídas y ni yo ni Dylan nos libramos de rebozarnos, incluso lo hicimos en el mismo punto tras un tobogán muy resbaladizo...

En este punto hubo festival del derrape, aquí Dylan fue captado por los cámaras oficiales "besando" el suelo, nunca mejor dicho :D


Esta zona delicada ya era la segunda especial, que era casi una continuación de la primera ya que sólo teníamos 5 minutos de enlace sin apenas subida. Esta era la especial más larga, con 700 m de desnivel que bajar en casi 6 km, y con más de 100 m de desnivel en subida, había que tomarsela con calma pero tanto Dylan como yo empezamos rodando por el suelo en uno de estos toboganes que en seco serían fáciles.


No pasa nada, estamos para pasarlo bien y lo bueno de caerte y no hacerte nada es que luego te lo tomas con más calma, yo llegué a estar tentado incluso de parar a hacer fotos al recorrido, al final no lo hice y os dejo algunas fotos que hice unos días antes "entrenando" esta espectacular senda:


Tras la zona abierta y sin mucha dificultad nos adentramos en un barranco dónde comenzamos tramos muy expuestos y algunos pasos rocosos que hicieron desmontar a más de uno, yo ya me lo sabía gracias a los "entrenos" y en esta zona adelanté a uno de los que no se fíaban de sus ruedas:


Aun así hice la senda muy lento y más de uno me pasó, así que sabía que no llevaba buen tiempo, definitivamente mejor olvidarse del crono hoy. El final de la senda era un rompepiernas dónde incluso tuvimos que saltar una valla antes de acabar la especial!! ¡¡Enduro al estilo Neozenlandés!!

Llegando al final de la senda tras bajar desde arriba del todo en esta larguísima especial.
Tras acabar con las piernas bien tocadas esta especial, nos damos 5 minutos de descanso y afrontamos el siguiente enlace, una subida que nos habían dicho que serían 15 minutos pero que resultó ser bastante más, sólo hay que ver la foto para darse cuenta!!


Además nos tocó empujar bastante también porque de nuevo la pendiente y el barro nos lo pusieron dificil, al menos ahora tenemos algo de vistas!


Es hora de volver a bajar! Esta es una senda "secreta" que poca gente conoce y que no hemos hecho antes, Dylan está con ganas y sale concentrado y a por todas!!


Lo veo perderse en el horizonte y me preparo para seguirlo:


Esta senda tras el tramo superior abierto y sencillo se interna en un bosque de pinos dónde vamos levantando un palmo de terreno, pero con mucho mejor agarre que en las anteriores sendas.


Y de nuevo antes de llegar a meta tenemos que saltar una valla de ganado y continuar con un tramo de pedaleo duro para cruzar un río justo antes de parar el crono!


Todavía tenemos por delante la subida más larga de la jornada, y por ello la organización tiene en este punto el avituallamiento que cogemos con muchas ganas. Pero no sólo hay que comer, tras 1500 m de desnivel negativo de sendas embarradas nuestras bicis están cubiertas de chocolate y todos aprovechamos el río para intentar rebajar la carga!


Con más éxito o menos en la limpieza y con la tripa llena reemprendemos la marcha, vamos a subir una de las "carreteras" más peculiares de Nueva Zelanda: la Skippers Canyon Road. Ni siquiera está asfaltada y discurre excavada en la escarpada ladera, subiendo de nuevo hacia el coronet peak.


Hay que tomarselo con calma, por suerte el terreno es duro y no hay casi barro, y el escaso tráfico va casi tan lento como nosotros así que no hay sensación de carretera, es como cualquier pista de montaña:


Nos recuerdo cuanto tiempo nos costó remontarla, el paisaje es bonito y las pendientes nunca son exageradas así que te permite coger ritmo e ir paso a paso.


Y de repente llegas a un collado y por fin se ha acabado! Es hora de empezar la 4ª especial!


Una senda cortita y rapida, con varios cortados muy buenos para dejarse caer y volar un poco, pero que al final acaba con un tramo retorcido estilo "sacacorchos" que con el barro volvío a ser una trampa en la que volví a caer, definitivamente hoy no es mi día!

Ya sólo nos queda la última subida, unos 20 minutos por la carretera que sube a la estación de esquí, esta si es una carretera de verdad que fue una pequeña tortura subir, sólo salvada por las vistas al valle con Queenstown y el lago escondidos entre las montañas:


La última especial también era una senda "secreta" que nadie conocía, además por discurrir por una finca privada no se podría volver a rodar después de la carrera. Sólo sabemos que en 2,4 km se bajan más de 500 m de desnivel, esto va a estar empinado!!

¡¡Una pareja de valientes hizo la carrera en un tandem!!
Locura de bajada por las praderas llena de toboganes de hierba dónde encontrar agarre era misión imposible, había que andar muy fino con el tacto del freno para no irse fuera, siendo inevitable el festival de derrapes y descontrol constante de la bici. Las curvas suponían todo un desafío que fui salvando con más o menos suerte, llegando abajo con los frenos echando humo y muy cansado de tanta tensión. Tras coger aire era hora de relajarse, estábamos vivos y habíamos sobrevivido a esta locura de sendas!!


Desde aquí teníamos un remonte por parte de la organización hasta el inicio de la carrera, y luego la entrega de premios con una barbacoa en un restaurante cercano donde comentaríamos la jugada con otros locos supervivientes. Hubo muchos abandonos que al menos nos dieron el consuelo de ver que fuimos capaces de acabar e incluso disfrutar este día de auténtico MTB.



lunes, 21 de abril de 2014

Queenstown Bike Festival 2014: Parte I

Durante esta semana santa se ha celebrado el Queenstown Bike Festival, considerado el mayor festival de Mountain Bike del hemisferio sur. No se si será cierto, pero la verdad es que el nivel visto y la cantidad de actos han hecho de esta semana un auténtico espectáculo de bici para todos.

www.queenstownbikefestival.com

Para la inauguración del festival contaron con la colaboración de uno de los mejores bikers de Freeride del mundo, el neozenlandés habitual en Queenstown Kelly McGarry, al que no le importó marcarse un mortal con recepción en las frias aguas del lago!!

www.riverleaphotography.com
El primer acto importante del festival fue la carrera "Super D Enduro", un formato de carrera muy atractivo que consiste en durante 6 horas, ver quien es capaz de dar más vueltas a un circuito mayoritariamente en bajada pero con repechos duros, contando con la góndola del Bike Park para subir la mayor parte del desnivel hasta el inicio. Se puede participar de forma individual pero también por equipos de dos o tres para hacerlo más humano, y ahí nos metimos a darlo todo con el amigo Dylan:

El equipo internacional Biciorama tras acabar la carrera.
El circuito era un mix con tramos de las sendas del bike park y otros nuevos, pero con muchas variantes para hacerlo más duro, técnico y desconocido para todos, con varias zonas de pedaleo duras y sobre todo con terreno muy muy variado, siendo una buena prueba para buscar a los bikers más resistentes a la par que hábiles. Tenéis un video sobre la prueba para haceros una idea mejor:

http://www.pinkbike.com/video/358379/

La zona de meta era el punto donde nos dábamos el relevo y esperábamos nuestro siguiente turno, tardando nosotros unos 25 min en completar cada vuelta.

Zona de Meta.
A medida que pasaban las vueltas mejoramos nuestros tiempos por conocer mejor el circuito, pero a medida que las horas pasaban la progresión se frenó notándose mucho el cansancio en cada fuerte subida y también en los tramos más técnicos.

Foto de Joshua Moore.
Hubo muchas caídas debido a lo resbaladizo del terreno por la lluvia de esa misma noche, nosotros no nos libramos tampoco de tocar el suelo, por suerte sin consecuencias excepto para el casco de mi compañero Dylan que quedó abollado en una aparatosa caída. La sorpresa fue que en la ceremonia de entrega de premios esa tarde la organización quiso recompensarle y le regaló un casco nuevo, gran detalle de los chicos de Vertigo Bikes.

Dylan no podía creerselo, detallazo.
Buenísimo día de bici el que pasamos y la verdad es que este formato de carrera es todo un acierto, acabamos totalmente exprimidos a la vez que muy satisfechos. Creo que ahora entiendo por qué lo llaman "Super D": Super Duro y Super Divertido :D

Ya el domingo había actos para niños, una ruta para todos los niveles y por la noche el loco "Campeonato mundial de bici de 16" en el bar". Por supuesto era una excusa para echarse unas risas, y estas estaban aseguradas cuando veías a la gente "saboteando" la competición tirando cerveza y todo tipo de cosas resbaladizas.

www.riverleaphotography.com
El resultado no podía ser otro que muchas caídas y muchas risas, gran manera de animar a todos a participar en el festival y a charlar con más locos de la bici.

www.facebook.com/queenstownbikefestival
El lunes había dos actividades sólo para chicas, y es que la bici no es sólo cosas de hombres y quedó demostrado con considerable presencia de féminas en todas las pruebas. También había una ruta nocturna y los entrenamientos del plato fuerte del martes: la carrera de descenso.

Foto de Joshua Moore.
La gente se concentró en la zona conocida como Rowdy Roots para ver el paso de los corredores y armar jaleo con todo tipo de objetos ruidosos. Buen ambiente para animar a los auténticos "Dirtmasters".

El miércoles el espectáculo se traslada al centro de la ciudad con los entrenamientos del Slopestyle y con la opción de poder entrenar saltos y trucos en el "Devil Burger Airbag", una colchoneta gigante que hará que fallar el salto no conlleve la visita al hospital.


Por la tarde nos acercamos a ver el concurso de cortos de MTB, con un nivel de pilotaje increíble y también con gran nivel en la edición y el guíón. Si queréis ver los videos ganadores los tenéis en Pinkbike:

www.pinkbike.com/u/qtbikefest/blog/queenstown-bike-festival-through-the-lens.html

Para mi destacar aquí el vídeo de Pete McInally alias "Pete McGnarly", un hombre de 63 años con un nivel en los saltos que ya quisiéramos muchos, muy divertido su vídeo a la par que inspirador, podéis verlo aquí: www.pinkbike.com/video/358924/

A sus 63 años Pete McInally se vuela los dobles más grandes del campillo freeride. Foto de Pitr
Fuera del concurso también vimos otro corto de los que te dan que pensar sobre los riegos que corremos y hasta que punto cada uno tiene que decir lo que merece la pena. Si os interesa lo podéis ver aquí: http://vimeo.com/70932918

El resultado de la noche fue otro éxito del festival, videos expectaculares, videos divertidos y mucha inspiración, esto también es parte del mundo de la bici.

Y lo volvió a resultar tremendamente espectacular fue ver el nivel de talla mundial del Slopestyle el jueves:

www.riverleaphotography.com
Este es el espectáculo más visto y probablemente en el que había más nivel, con riders de talla internacional que nos hicieron flipar con los trucos imposibles que se marcaban.


El festival continuría con la carrera de Enduro en Coronet Peak en la que participamos de nuevo, pronto la crónica que fue un día épico!



jueves, 10 de abril de 2014

Moonlight Track: Entrando en los alpes neozenlandeses

Una de las rutas que más me habían recomendado hacer en Queenstown es la conocida como "Moonlight Track", ruta que nos lleva rodeando el pico Ben Lomond y cuyo mejor exponente es una senda colgada sobre el cañón del río Shotover:

Sendero de infarto: por las vistas y por las rampas.
Hoy me acompaña en esta ruta Dylan, un Australiano con el que coincidí en la carrera de enduro y que también tenía ganas de rodar esta senda, nada une más que una afición-adicción común, no será la última ruta juntos :)


Comenzamos rodando desde Queenstown por la carretera hacia Arthurs Point, bonita zona dónde destacan los bosques de frondosas autóctonas con un verde característico.


La ruta de verdad empezaba una vez dejamos atrás las últimas casas de Arthurs Point y comenzamos una senda estrecha y selvática en un ambiente que empieza a ponerse otoñal, aunque no reconozco estos árboles!



El bosque va desapareciendo y nos abrimos paso hacia las praderas características de este país de tradición ovejera, ¿será por eso que me recuerda a las viniegras?


El barranco se va estrechando y desde esta posición privilegiada podemos ver cómo en la otra ladera la gente se tira al vacío en uno de los más populares saltos de "puenting" aquí:

Una mota verde en medio de las paredes de roca es uno de los saltadores.
Nuestra senda continúa con tramos duros alternados con descansos mientras el barranco se hunde a nuestros pies, con un fondo de montañas infinitas.


Por fin nos toca disfrutar de una bajada! Dylan la coge con ganas y le dejo irse para sacar esta panorámica:


No dura mucho la alegría, a cada bajada le seguía una subida para dejarse los riñones, ufff!!


Es inevitable empujar algunos tramos cortos, pero nos recompensa con otro tramo más largo de bajada con tramos rocosos muy divertidos y otros rápidos, dejándonos en la cara norte de la montaña.


Aquí haremos una parada técnica para ajustar el cambio de Dylan que se ha aflojado entre tanto traqueteo, no nos viene mal esta parada para recuperar y comentar la jugada.


Para nuestro pesar la senda se acaba y comenzamos una serie de sube-bajas duros por una pista.


Ya llevamos varias horas de bici y hay ganas de comer y descansar. En cuanto encontramos un bonito lugar a la orilla de un arroyo tenemos claro que es nuestro momento.


Si antes decía que las praderas me recordaban a las viniegras, aquí este lugar escarpado junto al río me recordó a Anguiano y el barranco del ragatillo... ¿será que me tira mucho la tierra? :D


Tras dar buena cuenta de la comida continuamos la ruta, encontrándonos con otra serie de rampas muy duras por la pista hasta que finalmente se decide a bajar hacia nuestro siguiente objetivo: el Moke Lake.

Entrando al valle con característico relieve glaciar.

Llegando al Moke Lake.
El Moke Lake es un "pequeño" lago (pequeño sólo comparado con lo que hay por aquí). Vamos a rodearlo por una senda sin mucha dificultad que nos dejará admirar la montaña y el lago.


Y ahora el siguiente objetivo es... otro lago: el Dispute, que se encuentra al otro lado de un estrecho valle por el que se interna nuestra senda.


La divertida senda se convierte en una pista rota que baja muy fuerte  hasta dejarnos en el lago, que por supuesto también tendremos que rodear en busca de nuestro siguiente objetivo.


¿Cual es nuestro siguiente objetivo? Otro lago, "EL" lago. Tras buscar sin éxito una senda que aparece en los mapas y nos habían recomendado, nos damos por vencidos y desistimos para bajar por la senda más normal, pero en esta si encontramos una alternativa nueva muy divertida, tanto que no paramos y no hay fotos, jeje. De lo que si hay fotos es del baño que nos pegamos al llegar al wakatipu.


Está bien frío pero nos sentó genial y nos dejó las piernas listas para continuar, y es que todavía teníamos una buena tanda de sendas para volver a casa, estas las ya conocidas de Seven Mile, y algo de carretera después. Al final llegamos al inicio tras más de 7 horas de disfrute alpino-bicicletil, podemos decir que la fama de la ruta es bien merecida! ;)